top of page

Quiero una visa que me permita viajar por el mundo sin sentir que estoy huyendo, como si fuese criminal el hecho de poner a andar mis piernas, estirar mis alas.

Quiero liberarme de mis propias rejas, las que me hacen creer la mentira de que alguien nos manipula, de que no se puede hacer nada. Acepto, acepto que me siento presa. Y a medida que lo voy aceptando, por alguna razón, me voy sientiendo más libre. 

 

 

 

 

 

 

 

 

bottom of page