
Maria Manuela márquez Madriz
Albertina, la que succionaba.
No es una casualidad que yo les hable hoy de Albertina-Me dijo Cortázar_
Ella no era más que un calamar, una extinción. un Suicidio.
Albertina, era jugar con los puntos suspensivos, como como todas las personas a las que no les gusta guardar secretos.
Halbertina hab´i cambiado de Venta-na y ahora jugaaaaá
jugá boluda
Juzg´a.
Los acentos iban y venían, no teniarn retorno. Las comas, se ddesdibujaban, y algunas letras se repetían, Sólo porque si. *pporqu Albertina, porque los espárragos, o aquello que hablábamos con mi Psiquiatra, con Rigoberto. Con mi abogado con el socio de. Con los u¡puntos suspensivos, yendo y viniendo. LaIncertidumbre .Laindeendencia. La intendencia:la que nogcia, la que si. la que a. la que Si. YA!. yauqelosquemeleern son los corrumpues, ¿si?
Jugé desjugué y lo dije.
Y si no que lo diga Corticona, medilínea, La deL Barrio. Ö Eufrasina, La del vórtice.
Mi mano derecha y mi mano ysxierda, se dieron la mano cuando se dieron cuenta de que se desconocían completamente.
Salú pa los compadres!