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Albertina, la que succionaba.

No es una casualidad que yo les hable hoy de Albertina-Me dijo Cortázar_

Ella no era más que un calamar, una extinción. un Suicidio.
 

Albertina, era jugar con los puntos suspensivos, como como todas las personas a las que no les gusta guardar secretos. 

Halbertina hab´i cambiado de Venta-na y ahora jugaaaaá

jugá boluda
Juzg´a.

Los acentos iban y venían, no teniarn retorno. Las comas, se ddesdibujaban, y algunas letras se repetían, Sólo porque si. *pporqu Albertina, porque los espárragos, o aquello que hablábamos con mi Psiquiatra, con Rigoberto. Con mi abogado con el socio de. Con los u¡puntos suspensivos, yendo y viniendo. LaIncertidumbre .Laindeendencia. La intendencia:la que nogcia, la que si. la que a. la que Si. YA!. yauqelosquemeleern son los corrumpues, ¿si?

 

Jugé  desjugué y lo dije.

Y si no que lo diga Corticona, medilínea, La deL Barrio. Ö Eufrasina, La del vórtice.

 

 

Mi mano derecha y mi mano ysxierda, se dieron la mano cuando se dieron cuenta de que se desconocían completamente. 

 

Salú pa los compadres! 











 

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